La OTAN nace en 1949 como consecuencia de la unión de 28 países que firmaron una Alianza bajo los objetivos de proteger la libertad y seguridad de los países que la conforman a través de medios políticos y militares.
Durante más de 70 años se ha posicionado como una Alianza pionera y referente que busca apoyar y dar visibilidad de los valores de las sociedades que representa, siendo uno de los más importantes la igualdad de género.
En nuestro país, centrándonos en temas estrictamente militares, la inserción del talento femenino en las Fuerzas Armadas Españolas lleva más de 40 años y el Ejército Español se ha posicionado en Europa por ser el que más mujeres tiene, representando el 13% de su plantilla. Si bien el objetivo de contar con una plantilla igualitaria parece todavía distante, el valor del papel de la mujer y su impacto ha ido en aumento y es una de las prioridades dentro de la agenda de la OTAN.
Hoy en día el talento femenino se incluye en aspectos relativos a la educación y el entrenamiento en las operaciones militares de la OTAN, y se integra en cada una de las fases de planificación, ejecución y evaluación de dichas operaciones.
Asimismo, el rol femenino facilita el intercambio de información entre las naciones que conforman la Alianza y se reconoce como una figura imprescindible dentro de las negociaciones de paz, así como agentes clave para garantizar la libertad, Defensa y Seguridad de las naciones.
El panorama actual demanda mayores capacidades por lo que el rol femenino es esencial debido a la complejidad a la que se enfrenta el entorno de la seguridad en este 2022.
Queda claro que aún hay mucho camino por delante, pero la Alianza está sentando una buena base en la definición de las líneas de su plan de acción, con la finalidad de asegurar que el desarrollo de la perspectiva de género sea una capacidad más de la OTAN en los próximos años.