Desde la invasión de Rusia a Ucrania hace un mes, el mundo ha seguido con incredulidad cada movimiento de este conflicto. No obstante, existe un terreno que parece haber sido relegado a un segundo plano y que forma parte importante de la invasión: el ciberespacio.
Rusia se ha caracterizado a lo largo de los últimos años, junto con Estados Unidos y China, por ser uno de los países que más ciberataques ejecuta a nivel global. Ha demostrado contar con expertos capaces de desarrollar operaciones de sabotaje en cuestión de segundos, operaciones que pueden ocasionar un colapso total de los sistemas.
El gobierno ruso ha centrado parte de sus esfuerzos en encontrar vulnerabilidades en el sistema de seguridad de organismos gubernamentales y bancarios del país. Las armas cibernéticas con las que cuenta Rusia podrían paralizar la infraestructura de Ucrania. Estos son los ataques más importantes registrados hasta ahora:
Ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS)
Los sitios web cuentan una capacidad limitada de usuarios que pueden acceder al mismo tiempo. Este tipo de ataque consiste en abarrotar una página web con usuarios falsos para saturar el tráfico y evitar que los usuarios reales puedan acceder. Si bien este tipo de ataque no se considera altamente peligroso puede ocasionar colapsos importantes si es de vital importancia el acceso, como al votar en las elecciones electrónicamente.
Un ataque sustancial de este tipo se registró un día antes del inicio de la invasión, en diversos sitios web propiedad del parlamento y gobierno ucraniano. Sin embargo, se habían registrado ataques similares desde julio de 2021.
Phising
Este tipo de ataque es mucho más peligroso ya que se sirve de un programa malicioso que se envía a través del correo electrónico para robar información confidencial, eliminar los datos almacenados en el equipo e incluso conceder acceso del sistema al hacker. En Ucrania se encontró un software malicioso “de limpieza”, cuyo propósito era eliminar información de los ordenadores para producir caos y ocasionar daños económicos fuertes en el país.
Ambos países están destinando recursos no solo a la movilización de sus Ejércitos sino a reclutar expertos informáticos que puedan tanto atacar, como contener los ataques a las infraestructuras informáticas. ¿Cuál es el papel de los hackers durante este conflicto? Si consiguen información confidencial decisiva, ¿podrían ayudar a evitar que se prolongue?