El cambio climático ha dejado de ser una incertidumbre propia del sector medioambiental para convertirse en un elemento determinante dentro de los planes económicos, sociales y de seguridad.
La mitigación de los efectos del cambio climático está ligada además con el alcance de algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como la disminución de la pobreza, reducción del hambre y eficiencia energética.
Para conseguirlo, es necesario realizar un análisis exhaustivo del status actual de la situación que nos ayude a prever cómo puede afectar a los distintos sectores. Ello con la finalidad de anticiparnos a los cambios y adaptarnos lo más pronto posible.
En materia de seguridad, el cambio climático puede incrementar la complejidad de las futuras misiones, especialmente aquellas de apoyo humanitario y ayuda durante desastres naturales.
Asimismo, el cambio climático también puede ser un catalizador de cambios sustanciales en la geopolítica actual. Esto al fomentar el desplazamiento masivo de la población que buscará afincarse en lugares con mejores condiciones meteorológicas.
Es por ello que resulta imprescindible hoy en día enfocar los nuevos planes de seguridad hacia:
- Identificar las principales fuentes y actividades emisoras contaminantes.
- Reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
- Fomentar la transformación integral de las capacidades de las Fuerzas Armadas para hacer frente a las nuevas amenazas.
- Alcanzar la eficiencia energética dentro de las operaciones.
Hoy más que nunca es importante la cooperación y el compartir información valiosa entre naciones que puedan ayudarnos a enfrentar este problema. Para la UE es una prioridad clave que podemos ver relejada en la Ley Europea del Clima, cuyo objetivo primordial es convertirnos en el primer continente climáticamente neutro en 2050.